Reflexiones tras ir al cine. Mi futuro
Ayer, por ser sábado, decidimos salir un rato y despejarnos un poco, y se nos ocurrió ir de visita a familiares al mediodía para aprovechar y comer por ahí. Más tarde decidimos ir también al cine a ver la película de estreno 'Perdiendo el Norte', la cual me hace escribir este post.
Lo que os vengo a contar es el mal estado emocional que me dejó la película y eso que es una comedia y con la cual me reí y mucho, pero no se si fue por el cansancio, o que despertó en mí algo que yo sabía, pero no quería pensar en ello demasiado: Mi futuro.
Estoy en el último año de carrera, y eso hace que mi futuro, hasta hace unos años, no era tan real no lo viera tan encima como ahora. ¿Dónde, cómo y en qué estado voy a acabar?
Desde hace unos curso pensaba en mi futuro de dos maneras (aunque nunca contaba con el supuesto trabajo, ay! la inmadurez) en España, pero en alguna ciudad, tipo Barcelona o Madrid, que tenga movilidad y recursos de ocio, etc; o en otro país tipo Irlanda (casi mi tierra soñada), aunque ambos sueños comparten, que el lugar en el que residir, sea una casa del estilo que adjunto en la foto 1, aunque sería por ser exactos, una casa de dos plantas y un garaje subterráneo si es posible..
Bien, pues esta película me hizo reflexionar lo crudo que es soñar cuando apenas tienes preocupación por tu futuro, como a los protagonistas de la película, si en España es difícil imagínate en un país extraño en el cual apenas conoces a la gente, lejos de tu familia y con un idioma diferente el cual puedes conocer o no de antemano.
Otro asunto de gran reflexión de la película fue uno de los momentos de drama relacionado con el Alzheimer de otro protagonista, este asunto vengo viendo que en las películas españolas de comedia es un tema recurrente (como por ejemplo en 'Las ovejas no pierden el tren'), personalmente por mis vivencias en lo personal no he visto una enfermedad que haga menos gracia (si es que alguna enfermedad hace gracia), pero mis queridos guionistas españoles parece que encuentran gracioso que una persona deje de recordar lo que fue y a sus seres queridos.
Me duele el cachondeo y las risas de la gente, espectadores en general, cuando al protagonista del Alzheimer bebe de la jarra de agua directamente en lugar del vaso, pero puede que sea porque este tema me toca muchísimo la fibra sensible y es muy cercano para mí, pero por otro lado, me alegra la visibilidad de esta enfermedad que hasta hace poco (incluso en estos momentos) un tema TABÚ.
Lo que os vengo a contar es el mal estado emocional que me dejó la película y eso que es una comedia y con la cual me reí y mucho, pero no se si fue por el cansancio, o que despertó en mí algo que yo sabía, pero no quería pensar en ello demasiado: Mi futuro.
Estoy en el último año de carrera, y eso hace que mi futuro, hasta hace unos años, no era tan real no lo viera tan encima como ahora. ¿Dónde, cómo y en qué estado voy a acabar?
Desde hace unos curso pensaba en mi futuro de dos maneras (aunque nunca contaba con el supuesto trabajo, ay! la inmadurez) en España, pero en alguna ciudad, tipo Barcelona o Madrid, que tenga movilidad y recursos de ocio, etc; o en otro país tipo Irlanda (casi mi tierra soñada), aunque ambos sueños comparten, que el lugar en el que residir, sea una casa del estilo que adjunto en la foto 1, aunque sería por ser exactos, una casa de dos plantas y un garaje subterráneo si es posible..
Foto 1: Estilo de casita de mis sueños Fuente: absolutirlanda.com
Bien, pues esta película me hizo reflexionar lo crudo que es soñar cuando apenas tienes preocupación por tu futuro, como a los protagonistas de la película, si en España es difícil imagínate en un país extraño en el cual apenas conoces a la gente, lejos de tu familia y con un idioma diferente el cual puedes conocer o no de antemano.
Otro asunto de gran reflexión de la película fue uno de los momentos de drama relacionado con el Alzheimer de otro protagonista, este asunto vengo viendo que en las películas españolas de comedia es un tema recurrente (como por ejemplo en 'Las ovejas no pierden el tren'), personalmente por mis vivencias en lo personal no he visto una enfermedad que haga menos gracia (si es que alguna enfermedad hace gracia), pero mis queridos guionistas españoles parece que encuentran gracioso que una persona deje de recordar lo que fue y a sus seres queridos.
Me duele el cachondeo y las risas de la gente, espectadores en general, cuando al protagonista del Alzheimer bebe de la jarra de agua directamente en lugar del vaso, pero puede que sea porque este tema me toca muchísimo la fibra sensible y es muy cercano para mí, pero por otro lado, me alegra la visibilidad de esta enfermedad que hasta hace poco (incluso en estos momentos) un tema TABÚ.

Comentarios
Publicar un comentario